Nuestro trabajo incluye una investigación detallada sobre los símbolos, tradiciones y valores del lugar, lo que nos permite incorporar elementos únicos y auténticos en cada mural. Así, cada obra se convierte en un reflejo fiel del entorno, resonando con la vida y la experiencia de sus habitantes.
Nuestras obras resignifican el fileteado porteño, ornamentación típica de Buenos Aires de fines de siglo XIX y el trencadís, técnica de mosaiquismo popularizada por el arquitecto catalán Antoni Gaudí durante el Art Nouveau, como elementos identitarios en nuestras composiciones.
Cada mural es una narrativa visual que busca conectar el pasado y el presente, invitando a los transeúntes a reflexionar sobre su entorno y su historia. En este mismo sentido, en varios de nuestros murales hemos reinterpretado obras o estilos de otros artistas como homenaje.
Nuestro enfoque en el muralismo va más allá de la mera decoración. Cada mural que creamos es el resultado de un proceso colaborativo con la comunidad, donde escuchamos sus historias, sueños y desafíos. Utilizamos la cerámica para añadir texturas y profundidad, el trencadís para crear mosaicos vibrantes y el fileteado porteño para infundir un toque tradicional y auténtico de Buenos Aires.
Creemos que cada pared es una oportunidad para contar una historia y para fortalecer la tradición cultural y social de nuestra ciudad.